Vidrio en el empaque
El vidrio es un material que cuenta con muchas cualidades para el proceso de packaging. Su brillo, peso, tacto y sobre todo el no permitir que se contamine el contenido del recipiente, lo hace muy atractivo.
El vidrio no reacciona ante los demás materiales. Es por esto que es ideal para contenerlos sin contaminarlos, ni permitir que se filtren a través de las paredes del recipiente. Lo que hace que, a pesar de su rigidez, sea un buen contenedor.
El vidrio es líquido sobreenfriado que no se activa con los demás materiales, por lo que es ideal para proteger los productos de su descomposición.
Sus cualidades estéticas son también un gran atractivo para escogerlo como contenedor. Estas cualidades son: brillo, peso y tacto.
El proceso del modelado y las características del vidrio evitan ángulos afilados. Durante el proceso de diseño del recipiente se toma en cuenta que su propiedad de redondez ayuda a reducir la tensión que facilita su ruptura. Así mismo, la superficie se puede grabar dando un atributo tangible adicional.
Los recipientes de vidrio se pueden reciclar fácilmente y ello es muy rentable. No modifica sus características. De preferencia no deben usarse los colores marrón y verde porque éstos no son reciclables debido a su pigmentación. Si el recipiente de cristal debe tener un color sería preferible una funda coloreada para que el cristal pueda ser reciclable.
Fabricación de un recipiente de vidrio
Proceso de soplado doble
- Se vierte la masa líquida de cristal caliente en el molde del parisón (tubo de plástico maleable, en alta temperatura).
- El aire presurizado fuerza la masa en el molde y forma el acabado del cuello.
- Para completar el parisón se aplica aire comprimido a través de cuello reformado.
El parisón, que aún tiene paredes gruesas, se extrae, rotándolo 180 grados y transfiriendo al modelo final.
- La presión del aire fuerza a que el cristal, todavía en un estado plástico, adopte la forma definitiva del recipiente antes de ser transferido a un horno donde el recalentamiento elimina cualquier defecto.
El proceso de soplado doble es especialmente adecuado para fabricar botellas de cuello estrecho.
Fuente: Packaging. Manual de diseño y producción, Bill Stewart, pag. 71