Botellas de papel
Últimamente se ha dado un boom o necesidad de las marcas por tener botellas de papel, pero esto ¿ayuda realmente al medio ambiente?, ¿por qué ha surgido esta necesidad por las botellas de papel?.
Muchas marcas buscan poner su logo en botellas de papel, pero aún no existe una sola que realmente esté en el mercado. Marcas como Adez, Black Label, L’Oréal, Carlsberg, Absolut Mixt, Suavizante Lenor y Ketchup Heinz son algunas marcas que han realizado prototipos.
Existe una gran presión por el cuidado ambiental, por reducir o eliminar los plásticos, por utilizar materiales renovables y bajar la carga de emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a reducir el calentamiento global.
Existen antecedentes de las botellas de papel. Es el caso de leche Hello!, la cual está en el mercado desde el 2011. En realidad, las botellas de papel de esta marca se hicieron para reducir el espacio desperdiciado que existe en las botellas de plástico.
El papel no tiene barrera contra la humedad, por lo que a las botellas hay que ponerles una bolsa de polietileno y además tienen un tapón también de polietileno. Por ejemplo, en el 2013 se lanzó la botella de vino Paper Boy, la cual se puede dividir en dos y eso si se vuelve ecológico al ser más fácil de reciclar y ocupa menos espacio en su transportación. Además, el papel es un material que es ampliamente reciclable; y si se moja y se degrada, no es tan malo para el medio ambiente.
Al tener tantos componentes con distintos materiales —botellas de papel, cartón, envoltura de polietileno, tapa de plástico--, es más difícil el reciclado porque requiere separar cada elemento.
Hay algunas marcas que se quieren aprovechar del momento y utilizan la botella de papel, pero sin dejar el plástico… utilizan mucho menos, pero al final lo utilizan. Usan una comunicación engañosa: hacen creer a la vista que son totalmente ecológicos cuando no lo son.
Los últimos desarrollos de botellas de papel se acercan a utilizar este material al cien por ciento, pero requieren al menos de algún recubrimiento como barrera para la humedad o utilizan un contenedor plástico. Esto es un paso previo a inventar una nueva forma de hacer botellas.
Aunque las botellas de papel actuales son polémicas por sus distintos componentes, es cierto que prometen cierta circularidad: se compra el producto, se recicla y el cartón vuelve a utilizarse para hacer más botellas, con el beneficio de que pueden trasladarse de madera eficiente al estar divididas en dos partes que se empalman. Aunque hay que tomar en cuenta que las botellas de plástico también tienen estas características, los consumidores tienden, en general, a tirarlas y no a reciclarlas
El desarrollo del tequila Buen Vato ofrece algunos números de los beneficios ecológicos que tiene la botella de papel frente a la de vidrio. La botella de papel tiene un 84% menos CO2 por kilogramo que la de vidrio, debido al peso y volumen. Se necesita seis veces menos energía para fabricar la de papel que la de vidrio. En la creación de la botella de papel se consume 1.9 litros menos de agua que en la de vidrio. El proceso de enfriamiento del vidrio hace que requiera más agua. Si existe un ahorro real por la ligereza del cartón; es por eso que las botellas de papel emiten 0.52 kilogramos menos de CO2 de transporte por litro.
El vidrio requiere para crearlo 1600 °C para fundir arena, sílice y otros materiales y 500°C para fundirlo. El futuro del vidrio está en utilizar hornos eléctricos, energías renovables y lograr cero emisiones. A pesar de estos esfuerzos, el volumen y peso que ocupa estará presente.
Se calcula que retornando una botella de vidrio se ahorran 39 envases desechables, lo que hace que la retornabilidad de la botella de vidrio sea una gran ventaja. Además, baja hasta un 5% la huella de CO2.
Por la cantidad de marcas interesadas y poniendo sus esfuerzos en la botella de papel, ésta promete ser una nueva opción de envases que estará en el mercado. Como siempre, el reto está en la gestión responsable y el fin del ciclo. Lo que nos queda por ver es cómo se desarrolla este mercado y cómo se va adaptar la industria del envase para recibirlo, recuperarlo y reciclarlo.
Fuente: Botellas de ¿papel? Guillermo Dufranc