La revolución de los supermercados

Clarence Saunders, vendedor al menudeo de productos alimenticios, fue quien creó el modelo self-serving store, o tienda de autoservicio, y con ello revolucionó el mercado minorista. Abrió la primera tienda de autoservicio en 1916 en Memphis, Tennessee, Estados Unidos, a la que nombró Piggly-Wiggly.

Ya para 1923 en San Francisco existía un autoservicio de 6 mil 317 m2, incluyendo el estacionamiento, con el nombre de Crystal Palace.

En Jamaica, Queens, Nueva York, Estados Unidos, abrió en 1930 King Kullen Food Market, con un formato y tamaño muy parecido al que conocemos el día de hoy. Su oferta de productos fue muy amplia e iba mucho más allá de los alimentos.

La revolución de los minoristas llego a su esplendor cuando las tiendas Albers Super Mkts de Cincinnati registraron el nombre Supermarket en 1933.

A pesar de que en 1955 los estadunidenses mostraban un gran interés por los supermercados, éstos sólo constituían el 5% del total de las tiendas de alimentos en Estados Unidos. Sin embargo, concentraban el 50% de las ventas de alimentos, marcando un futuro próspero para los supermercados.

Lograr la venta de los productos en supermercados dependía en gran medida del empaquetado de éstos, lo que hizo que surgiera y se fuera fortaleciendo la industria del packaging.

La Segunda Guerra Mundial fue un parteaguas para el comercio, pues la industria armamentística creció y se fortalecieron las fábricas con tecnología de vanguardia. Al finalizar la guerra surgió el boom de posguerra donde la industria y la tecnología bélica que habían logrado un gran desarrollo se utilizó para fines civiles, en particular en la producción de bienes de consumo empaquetados.

En 1950 en Estados Unidos la mayoría de los hogares contaban con teléfono, refrigeradores, televisión, lavadora y auto. Mientras en Europa lo común eran las cartillas de racionamiento y la escasez. Se vendía la mercancía por peso y se entregaba en bolsas de papel. Cuando el producto venia empaquetado el propio dependiente lo tomaba detrás del mostrador y se lo daba al cliente. El racionamiento no permitió el auge de los supermercados. Fue hasta 1950 que se eliminó éste en Europa con el surgimiento en Reino Unido del primer autoservicio Sainsbury´s, donde se repartían folletos que explicaban a los clientes qué deberían hacer. De esta forma fue como el packaging se convirtió en la única forma de comunicación entre el producto y el cliente.

En 1960 la economía en Europa y Asía mejoraba, existía más empleo y muchas mujeres trabajaban, lo que implicaba que tuvieran menos tiempo para las labores del hogar. Los refrigeradores les permitieron no hacer compras diarias, sino semanales. También aumentaron los autos, lo que les facilitó realizar compras grandes. Comenzaron los anuncios de alimentos envasados en la televisión, un medio nuevo, haciendo énfasis en el empaque para que lo tomaran como referencia y lo buscaran en los supermercados.

El supermercado se posicionaba fuertemente, surgiendo en Francia en la década de los sesenta el hipermercado. En Europa los minoristas aumentaron su poder adquiriendo grupos pequeños de tiendas, logrando con ello su expansión territorial.

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