Funciones de la marca
Las principales funciones de la marca son: identificación, protección y confianza. Aunque con los años se ha aumentado persuasión, revelación y publicación. Todos estos aspectos son fundamentales para la conexión emocional con los clientes.
Hasta la década de 1960 las marcas cubrieron la necesidad de identificar un negocio entre los demás, protegerse ante los imitadores y generar confianza en los consumidores para lograr la compra del producto.
A partir de la década de 1960 los mercados se han vuelto más competitivos, por lo que ya no es suficiente que una marca identifique, proteja y genere confianza. Las marcas ahora deben tener un papel importante para que los consumidores compren por razones emocionales.
El marketing y la publicidad, además de motivar la compra, se han vuelto especialistas en crear grupos de personas que sean fieles compradores de las marcas. Es por lo anterior que es necesario que ahora tengan tres funciones más:
Persuasión: implicación emocional con una marca que hace que compren los consumidores.
Revelación: El deseo emocional de revelar a los demás que somos selectivos al seleccionar una marca.
Publicación: La necesidad de mostrar que se pertenece a una “tribu”.
Es así como la compra de un producto depende en gran medida de la respuesta emocional que tenga el consumidor ante una estrategia de marca bien cuidada.
Los productos de alta gama o premium son los que requieren aun más de las estrategias emocionales, ya que el vínculo emocional fortalece la estrategia. Por ejemplo, un bebé por naturaleza ya es lindo y tierno, pero si le agregamos el amor que le tiene su madre en una imagen donde ella lo esté cargando, creamos un enlace emocional más poderoso con el consumidor.
En el packaging es un poco difícil trasmitir ese vínculo emocional debido al reducido espacio con el que cuenta, a su papel de protección al producto y al lugar que ocupa en el estante. Sin embargo, muchas campañas publicitarias incluyen el empaque con el objetivo de conectar el vínculo emocional con el producto.
El packaging debe estar diseñado para reflejar la personalidad del producto y reforzar el vínculo emocional entre el usuario y la marca.